jueves, julio 29, 2010

¿QUÉ ME LLEVO?

- Ya queda menos!
- ¿Para qué?
- Para irme a París, para qué va a ser? Para ponerme el pelo a lo afro? Es que tienes unas cosas...
- Ah, y yo que sé?
- Bueno, pues sí, pero es que ahora me asaltan las dudas y los nervios de última hora.
- Tú te pones nervioso?
- Yo sí claro, aunque parezca un tipo duro, no lo soy. Tan mal te trato?
- Noo...
- Ah... vale, pues... gracias, no? Eh... no los nervios son por la maleta, que no sé qué llevarme si la maleta o la mochila.
- En la mochila no cabrá nada.
- Tú estás bien? No, cabecita loca, la mochila es de mochilero, como los guiris que hacen viajes por España con una mochila de acampada. Es que creo que va a ser más cómoda, sobre todo por el último día, que salgo del hotel a las 12 y el avión no sale hasta las 6 y pico, entiendes lo que te digo?
- Pues no mucho.
- Dios! Hablar contigo a veces es como hablarle a la pared! No, es que la maleta aunque tiene ruedas es menos manejable, además últimamente se abre con cualquier golpe, y no me apetece que se abra en mitad de los Campos Elíseos. Te lo explico de otra manera?
- No, no hace falta. Tampoco hace falta que seas tan borde!
- Venga... no te enfades, que tú sabes que no siempre hablo en serio, con lo que yo te quiero...


David Galisteo, 22 de marzo de 2008

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