martes, mayo 03, 2011

Que vuele la imaginación.

Te toca trabajar una tarde de un día, en principio, festivo: 2 de mayo, puesto que el 1 de mayo cayó en domingo. Tal panorama no hace aventurar una tarde entretenida pudiendo estar por ahí de fiesta en el Real.
Cojo el iPhone, para variar, y leo Twitter, Instagram, Viddy... eh,
espera. Voy a grabar un vídeo y hacer una foto con título "Me aburro mucho".



Al instante, mi amiga Carmen (@CGT2009 en Twitter) me menciona con el siguiente tweet:


¿Qué invente algo? ¿Aquí en el trabajo, entre tantas llamadas? Aquí, complicado, para que nos vamos a engañar. Aún así mi cabeza ya empezaba a soltar la imaginación, a veces casi ni entendía al interlocutor que pedía la baja una y otra vez porque Movistar le había cargado una factura de 125€ en el banco. Yo ya no estaba allí, mi mente se divagó hacia otro mundo lleno de impactantes imágenes y buenas ideas. Pensaba en posibles historias a escribir: como la aventura de un marciano llegado a tierras de Murcia, o la osadía de un carpintero a tallar el Árbol de Guernika. También imaginaba que hubiera o hubiese sido de mí si no hubiese venido a Sevilla (oh, wait! que ese es mi post anterior). Sí, se había retado a mi imaginación y no en un lugar muy apropiado para ello. Yo solo pensaba en cosas muy distintas a las laborales.

En ese momento, plas!

- David, ¡espabila! Que estás trabajando - me alerta mi compañera de trabajo Inma (Facebook).
- Vale, es verdad. - le contesto - ¿Nos cogemos una pausa?

Tras una pausa, regreso a la realidad y termino de trabajar como cualquier día, ahora sí que ningún cliente se dio de baja.