LOS SERRANO: HASTA SIEMPRE!!!

Los Serrano nos dijeron adiós anoche de una forma sorprendente y también confusa: sueño o suicido. Bien, la escena final arranca con Diego (Antonio Resines) ante una caída de un puente de la que se libra despertándose. Sí, despertándose junto a su amor de toda la vida: Lucía (Belén Rueda), acompañado de una música muy íntima para la ocasión y muy triste a la vez.
- ¿Dónde estoy? - pregunta Diego adormilado
- Hola - contesta Lucía, quien se coloca sobre Diego.
- Lucía, ¿estoy en el más allá, no?
- Cariño, ¿estás bien? - le pregunta ella, cuando suena el despertador.
- ¿Qué haces aquí? - pregunta incrédulo el tabernero, respondiendo ella con una risa sencilla.
- ¿Y tú? Te recuerdo que nos casamos ayer - contesta Lucía, besando a Diego en los labios, quien le abraza con todas sus fuerzas.
- Lucía, te... te... te he echado tanto de menos - con la voz entrecortada - tanto.
- Exactamente tres horas y media, que creo que es lo que hemos dormido.
- ¿Cómo?
- Hmm - afirma Lucía.
- ¿Tres horas y media?
- Bueno, que te parece si nos ponemos las pilas que tenemos que dar de desayunar a todos los niños - comenta Lucía.
- ¿A los niños? - pregunta incrédulo de nuevo Diego.
- Cinco - riéndose ella - exactamente cinco: tres tuyos, dos mías.

Las escenas siguen con Marcos (Fran Perea) tocando a la puerta del baño, ocupado por Eva (Verónica Sánchez), y a continuación, el resto de la familia en el desayuno más multitudinario de la historia de la televisión en España, sin nombrar a La tribu de los Brady americana, ya os lo recordaré en otra ocasión.

En fin, que la serie nos habrá hartado, nos habrá puesto de los nervios, incluso muchos capítulos no los vimos, pero siempre habremos seguido en parte la serie. Yo me quedo con el romance entre Eva y Marcos, pero también Teté y Guille, Raúl y África, o Diego y Lucía, sin olvidar los tropiezos de Santi y Fiti. Una serie para no olvidar.

David Galisteo, 18 de julio de 2008