Si tuviera que elegir una foto de este finde orgulloso sería ésta: una familia hetero, moderna, joven, colorista y sin prejuicios. Ésto es lo que persigue la fiesta del Orgullo, ya sea éste gay, lésbico, bisexual, tranx o, sí, por supuesto, hetero. Porque cada uno tiene que ser feliz con su forma de vivir, sea cual sea, siempre que no se quite la libertad de los demás. Y después de éste discurso, pues deciros que éste finde que he pasado en Madrid, junto a mi novio: Iván, ha sido uno de los mejores que he pasado en mi vida. Sí, fue hace unas horas pero yo ya lo veo así, porque creo que lo voy a recordar siempre, igual que recuerdo otros momentos como las Bodas de Oro de mis abuelos el año pasado, mi viaje a París de este año, el viaje de fin de curso a Atenas de 1999, la cena de fin de carrera en 2006, cuando terminé la carrera ese año en septiembre (me tendríais que haber visto saltando por mi facultad, jajaja!), el verano en Málaga en 1990, mi comunión en 1991, etc, etc, etc... y, por supuesto, una noche del 19 de marzo de 2008 cuando conocí a Iván.
Desde entonces, mi vida no ha sido la misma, ha ido mejorando día a día, cada momento que paso con él me hace sentir que él, sólo él, es el hombre de mi vida. Que no pasa ni un momento del día en que me acuerde de él y piense donde estará. Que no quiero que este sueño que vivo con él se acabe nunca. Que deseo estar con él toda la vida. Y, claro, Iván me hace reafirmarme en todas las ideas que rondan en mi cabeza, darme cuenta de que lo que sentía desde hace años era posible, real y lógico, poder hacer lo que deseo sin tener que pedir permiso a nadie. Espero que el tiempo no me defraude y me permita vivir eternamente este sueño junto a él, junto a mi chico, mi niño, mi amor: Iván (te quiero nene).
David Galisteo, 7 de julio de 2008
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