Y es que ayer nos preparábamos para un día grande, sí, cuando Iván y yo nos levantamos presentí que no era un día normal. Yo había empezado el día anterior a trabajar en la misma empresa que él (Teleperformance) pero en otra campaña diferente, bastante diferente diría yo: durante 5 horas llamando a clientes del BBVA para hacerles una encuesta sobre la atención que reciben en su oficina. Pensaba que iba a ser complicado, pero no fue así, al final la gente te atiende mientras no le vendas; eso mismo no me ocurría en la anterior empresa que estuve (Qualytel) por tan sólo dos semanas. Así que estando contento en un trabajo de mañana, con las tardes libres para estar con tu chico, pues es para estar feliz, ¿verdad? Y, claro, este viernes empezaba bien: trabajo por la mañana y concierto por la noche.
Pero, esa mañana no hubiera sido la misma sin la noticia que sobrecogió al mundo entero por igual: la muerte de Michael Jackson. Por la noche antes de dormir había escuchado 2 noticias: un levantamiento militar en Honduras (no sé en qué quedará) y que Michael había sufrido un infarto de corazón y estaba hospitalizado. Tenía la sensación como si eso fuera un sueño de esos de los que no recuerdas prácticamente nada al levantarte, pero todo volvió de repente por la mañana. Yo iba en bicicleta en dirección al trabajo y en una esquina de Nervión me volví para pedir uno de esos periódicos gratuitos, leí la portada con una noticia acerca de Marta del Castillo y en una esquinita venía: "Muere Michael Jackson". Levanté la mirada, el semáforo se puso en verde y avancé con la bici hasta el siguiente paso. Volví a mirar el periódico con incredulidad y, sí, la noticia de la fatalidad ocurrió de verdad, pero como todo el mundo que idolatra a alguien no termina de creerse algo así.
El día transcurrió con una normalidad extraña, en el trabajo resulta que soy el que mejor va en cuanto a realizar encuestas. ¿Yo? ¡Qué va! Si yo nunca he destacado en nada, siempre he sido de la parte del grupo que sólo está para rellenar y al que nunca le regalan nada. Así que os podéis imaginar la subida de moral que supuso en mí esa noticia. Y terminar de trabajar, rápidamente a por Iván que había que hacer cola para el concierto.
Ah, ¿qué no os he dicho qué concierto? ¡Cómo para no saberlo! El paso de la gira Adagio de Mónica Naranjo por Sevilla. Como las entradas no eran numeradas nos fuimos a hacer cola, sólo 6 horas antes del concierto, que comparado con el que fue Iván el año pasado (14 horas) no es nada. Y la espera mereció la pena, quizás fue uno de los mejores momentos que he vivido en mi vida, no estoy exagerando, es que yo creo que lo que vivimos ayer lo recordaremos para siempre. Esta mujer hizo que todo un auditorio se levantara cada vez que terminara una canción, en todas: Europa, Inmensidad, Desátame, Sobreviviré, Amor y lujo, etc. Cantando como nunca junto a una orquesta sinfónica que hicieron que sus canciones sonaran como nuevas y que se escuchara su voz nítidamente, ya que la gente hacía por respetarla. Todo fue impresionante y aún me emociono por todo lo de ayer.
Pero esto no va a hacer más que continuar, porque la vida sigue, sigue siempre y no se detiene ante nada. Por eso, hoy acudiremos a la Marcha del Orgullo (Gay, por supuesto) que se va a hacer en Sevilla, que aunque ya no haya discriminación en cuanto a elección sexual en la ley, todavía sigue habiendo represión, sobre todo, en el ámbito familiar. Si supierais toda la gente que conozco que no le cuenta su condición a la familia por miedo u otros que sí lo hicieron y que no han sido aceptados por ellos. Yo, por suerte, como Iván, sí la he tenido. Toda mi familia descubrió que tenía novio el año pasado, bueno algunos aún no se habrán enterado pero será porque no tienen interés en mí, y lo aceptaron con sorpresa, eso sí (mi padre con más reticencia, aunque lo comprendo). Y ahora: como una pareja más, que es como tiene que ser y tirando pa'lante. Así que os doy las gracias a todos por eso.
Y, bueno entender que haya escrito tanto, porque llevaba como 3 meses sin escribir y tenía ganas de hacerlo, porque ayer fue un día muy especial. Tenía que despedirme de una persona con la que empecé a conocer la música y hablar del encuentro con la mejor artista que hay en el país, y, sobre todo, de lo orgullosos que estamos de estar aquí.